Es duro ser tortuga, especialmente si convives con otras mascotas en casa. Y sino mirad…
Atentos a este lorito, mirad como se las gasta. ¡Pobre tortuga!
Ahora parece que es el perrete de la casa el que se dispone a atacar.
Por suerte, la tortuga parece haber aprendido la lección y esto no le va a volver a pasar.